EL SISTEMA EDUCATIVO: ABIERTO POR OBRAS

on 24 Mayo 2018
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En el post anterior nos preguntábamos si el colegio está preparado para los cambios que conlleva ayudar a lxs alumnxs a desarrollar sus talentos, vocaciones y habilidades partiendo de la teoría de las inteligencias múltiples del Dr. Howard Gardner. Afortunadamente la respuesta es que está en ello pero va despacio.

Incorporar la visión de las inteligencias múltiples de Gardner a las escuelas pide mucho más que cambiar los criterios de evaluación. Pide repensar el concepto de aula, es dar valor a quien es mediador/a en clase (¿en qué asignatura se le evalúa, cómo traducirlo a un número?), la forma de dar una explicación sobre ecuaciones a alguien que dice “no lo veo” en lugar de “no lo entiendo”, es quitar el cemento del patio para darle un entorno natural a quien lo necesita y cambiar el campo de futbol que ocupa más de medio patio para poner un escenario, mesas, bancos o árboles para trepar… hay que poner TODO PATAS ARRIBA para hacer un cambio estructural y eso tiene que arroparse con nuevas leyes y nuevos currículos.

En el País Vasco este cambio se llama Plan Heziberri 2020 donde algunas inteligencias tienen su hueco dentro de las competencias básicas y da opción a un aprendizaje más holístico a través del sistema de aprendizaje basado en proyectos (para pena del profesorado más reticente al cambio y alivio de lxs que ya lo hacían).

A estos cambios hay que añadir que hace 20 años que internet entró en nuestra vida cotidiana y también puso todo patas arriba rápidamente. Ahora cualquiera puede elegir cuándo, cómo y dónde aprender algo nuevo y esto nos ha obligado a reconsiderar qué es importante aprender, cómo aprenderlo y para qué sirve el profesorado. La escuela no puede obviar los resultados de las investigaciones sobre la retención de información: clase magistral 5% versus discusión 50% o práctica 75% y es por eso que el profesorado lleva unos años formándose y va poniendo en práctica poquito a poco el “aula invertida” o “los grupos interactivos” (entre otras miles de propuestas) al tiempo que hace un curso acelerado de aplicaciones y gestión de todo lo virtual. Esos mismxs profesorxs que en muchos casos tuvieron su primer móvil con 30 años y en otros, como yo, hace poco nos hemos enterado que somos Millennials (o Generación Y) estamos dando clase a la Generación Z.

Esxs alumnxs que nacieron después de 1995 conectadxs desde siempre. Mucho más preparadxs a los cambios pero también adictxs a ellos. Acostumbradxs a los resultados inmediatos. Super-alumnxs cerebralmente entrenados para la multitarea. Con una desarrollada conciencia social y sentido de la justicia al tiempo que dificultades para el aburrimiento, las habilidades sociales o la gestión de lo público y lo privado/íntimo… Además han vivido una crisis económica donde ha dado igual qué formación tuvieras porque no había trabajo y una crisis educativa.
¿Quizá esto tiene algo que ver con la desmotivación y el absentismo que se vive aún en las aulas?

Algunxs de lxs jóvenes que conocimos en el Proyecto Genera 30 en el que desde Inncreciendo colaboramos son los “efectos secundarios” de este sistema educativo en transición. En dicho proyecto ayudamos a motivarse a jóvenes desempleados de 16 a 30 años, con poca formación, en bastantes casos con problemáticas de aprendizaje, problemas familiares, de integración social, etc… Y no es un trabajo sencillo para ellos reconducirse

Esperemos que la Generación T (sí,sí… ya vamos por la T de Táctil) y las venideras no tengan que reconducirse tanto y se encuentren ya con la teoría posada en la práctica y pueda disfrutar de una educación humanizadora, individualizada que ayude a pensar, a explorar, a gestionar conflictos y emociones , a conocerse y a Ser (y no tanto a “hacer y hacer”)
Una escuela que haga un problema de 1000 formas en lugar de 1000 problemas de una forma. 
Y cómo crear una educación humanizadora, que vaya en estas direcciones y qué pueden hacer lxs educadorxs para ello es algo sobre lo que podeis reflexionar y que nosotros haremos en otro post 

Garazi de Ayala